Pomáceas y kiwis: una mirada optimista
MERCADO

Pomáceas y kiwis: una mirada optimista

En este completo informe, preparado por el Departamento de Información de Decofrut, analizamos el momento actual y las perspectivas 2024 de peras, manzanas y kiwis, en un contexto que seguirá marcado por la volatilidad de los mercados y los desafíos climáticos.


Por María de los Ángeles Briceño y América Ramírez - Information Department Decofrut

Durante los últimos años, el mercado de pomáceas ha experimentado un constante incremento debido a una creciente demanda de fruta fresca en el mundo. Las personas han diversificado sus hábitos alimenticios, teniendo como consecuencia una mayor ingesta de fruta en su dieta, impulsados por el interés y la necesidad de adoptar estilos de vida saludables. Frente a esto, las manzanas y peras continúan siendo un indispensable en los hogares, debido en gran parte a su accesibilidad, versatilidad y durabilidad, pese a la competencia que han supuesto otros frutales que han ganado mayor popularidad con el paso del tiempo. Entre los favorecidos se encuentra el kiwi, que si bien su consumo ya no es tan elevado, el conocimiento de sus propiedades nutritivas y nutracéuticas lo han situado en la alimentación habitual de muchos.

En el último año, pese a la normalización de la cadena de transporte y sus costos asociados, las consecuencias de la pandemia y los conflictos bélicos han sido duras para la economía mundial, alcanzando altos niveles de inflación durante 2023. A la guerra entre Rusia y Ucrania, se ha sumado en el último tiempo el conflicto entre Israel y Gaza, poniendo una mayor tensión en el panorama económico global. Pese a los intentos de los bancos centrales por controlar la inflación a través del alza en las tasas de interés (entre otras medidas), las cifras no han alcanzado los niveles prepandemia y sólo se prevé su normalización durante 2024.

En términos climáticos, el año 2023 no fue especialmente fácil, haciéndose cada vez más presentes los efectos del cambio climático en el mundo, a través de la sequía y eventos cada vez más intensos como olas de calor, heladas, intensas precipitaciones, entre otros fenómenos que siguen suponiendo un desafío para la agricultura.

MANZANAS: EL LENTO REPUNTE

Durante los últimos años, las exportaciones de manzanas chilenas han tendido a decrecer, en gran parte por la baja demanda en los principales mercados de destino. Durante 2023, los efectos de un bajo retorno del año anterior fueron claros: un limitado financiamiento resultó en manejos deficientes, lo cual, sumado a una sequía subyacente, ocasionó caídas en la productividad, con parámetros de calidad (calibre y color) y condición no aptos para su en este círculo ha significado el arranque de huertos y/o recambio por especies más rentables, como el cerezo. Como resultado de todo lo anterior, en 2023 se registró una disminución del 20% anual en las exportaciones de manzanas a todo el mundo.

Durante la campaña 2023, las exportaciones de manzana chilena totalizaron alrededor de 468 mil toneladas, siendo el principal destino Latinoamérica, absorbiendo el 55% del total enviado, seguido por Europa (17%), Norteamérica (12%) y Lejano Oriente (12%), restando Medio Oriente con tan sólo un 5% del total. Desde 2022, volúmenes importantes de manzana han migrado de su receptor tradicional, Europa, encontrando en Latinoamérica un mercado más atractivo dada su cercanía y menor costo de transporte; esto se mantuvo en cierto grado durante 2023, sin embargo, mercados importantes de la región, como Brasil, recuperaron su producción local y frenaron la entrada de manzanas chilenas. Entre los principales países donde fue dirigida la fruta, se encontraron Colombia, Brasil, Estados Unidos y Ecuador.

En lo que respecta a los grupos varietales, las manzanas bicolor fueron las más exportadas, reuniendo un 77% del total enviado, entre las cuales destacaron Royal Gala (y clones) (46%) y Cripps Pink/Rosy Glow (17%). En cuanto comercialización en mercados más exigentes. La entrada al resto de los grupos, las manzanas verdes alcanzaron un 14% del total exportado, siendo las manzanas rojas el grupo con menor representación (8%). Todos los grupos disminuyeron el volumen exportado, siendo el grupo de las Delicious el que experimentó la caída más abrupta (-33%) debido a su baja demanda en los mercados. Grupos como el de las manzanas bicolor y verdes, amortiguaron un poco la caída en las exportaciones producto de su buena recepción en el mercado latinoamericano, con las variedades Royal Gala/clones y Granny Smith.

Durante la temporada 2023, mejoraron los tiempos y costos de transporte de fruta, lo cual fue positivo para la exportación chilena, sin embargo, la inflación y la baja demanda en Europa fueron las piedras de tope para los envíos. Al respecto, el viejo continente ha tenido una lenta recuperación desde el inicio de la guerra entre Ucrania y Rusia, con un mercado bien abastecido de manzana local, pero a su vez menos animado. Para poder competir, la fruta chilena ha debido cumplir con altos estándares de calidad, lo cual supone un difícil desafío dadas las dificultades productivas que ha estado atravesando la manzana chilena. Pese a encontrarse una mejoría con el avance de la campaña y la cercanía a su término, los precios no fueron los suficientemente atractivos. En consecuencia, el grupo de manzanas chilenas más golpeado fue el de Cripps Pink/ Rosy Glow, que hasta entonces fue el más exportado a Europa, con un 57% de representación.

Este año, el panorama se mostraría un poco más optimista para la manzana chilena. No se presentaría una reducción importante de la superficie productiva, sin embargo, los efectos de El Niño en la etapa de floración -durante la primavera pasada- han ocasionado problemas en la cuaja y crecimiento de la fruta, y las altas temperaturas durante la época estival han dificultado el viraje de color. En contraste, para la nueva campaña 2024, se prevé una menor oferta en el mercado europeo, lo cual abre una oportunidad para la fruta del hemisferio sur.

En detalle, para Europa, la Asociación Mundial de Manzanas y Peras (WAPA) estimó que la producción de este año declinaría en alrededor de un 7% con respecto a la temporada anterior, alcanzando cerca de 11 millones de toneladas. Esto debido a un sinnúmero de factores climáticos que afectaron la producción en la región. En Estados Unidos, según cifras del Departamento de Agricultura de los Estados Unidos (USDA), la producción de la temporada 2023/24 sería alrededor de 4,4 millones de toneladas, sin mayor variación con respecto a la campaña previa (+1% con respecto a la temporada anterior), estimando una exportación cercana a las 820 mil toneladas (+34%). Mejores condiciones climáticas en Washington han propiciado una buena temporada, así como se espera una alta producción por parte de Michigan, cercana a la vista la temporada anterior. Por su parte, en China, pese a las pérdidas ocasionadas por heladas, ciertas provincias han compensado la producción, estimando que este año se alcancen 45 millones de toneladas, sin mayor variación con respecto a la temporada pasada (+1%), exportando así 845 mil toneladas (+9%).

En cuanto al hemisferio sur, en Argentina se prevé un aumento del 14% en las exportaciones para la temporada 2024, principalmente por buenas condiciones climáticas, alcanzando cerca de 82 mil toneladas. Con respecto a Nueva Zelanda, se espera una leve caída en la producción debido a las inclemencias climáticas provocadas por el ciclón Gabrielle, sin embargo, los buenos manejos, una mayor mano de obra y la inversión en tecnología daría lugar a 320 mil toneladas exportadas durante la temporada 2024, superando a la campaña previa en un 3%. Por último, en Sudáfrica, las exportaciones superarían en un 12% a la campaña previa, alcanzando una cifra cercana a las 650 mil toneladas, dado el aumento en la superficie productiva y su buen clima.

En Chile, se prevé que para el año 2024 las exportaciones se mantengan relativamente similares con respecto a la campaña anterior, alcanzando 493 mil toneladas y un aumento del 5% anual, de acuerdo a Decofrut. Pese a la reducción en la superficie plantada y su negativo efecto sobre la producción nacional, las mejores condiciones en los mercados de destino compensarían con una mayor rentabilidad, generando un incentivo para la exportación.

PERAS: UN MEJOR PANORAMA

Las peras chilenas han sufrido los efectos del cambio climático y la baja rentabilidad de su producción, reduciendo progresivamente su superficie desde hace algunos años atrás. Con las alzas experimentadas, los costos de los insumos y manejos durante 2023 no han podido cubrirse con los retornos de los productores, especialmente tras el impacto que causó el encarecimiento de la logística y de transporte el año anterior. Esto, sumado a la poca renovación e inversión en tecnologías para combatir la sequía, han complicado el panorama para esta industria, resultando en la disminución del volumen exportado en un 9% en 2023 al ser comparado con la campaña previa, reuniendo tonelajes cercanos a las 104 mil durante aquel periodo.

Con respecto a los destinos, los principales receptores durante la campaña 2023 fueron Europa y Latinoamérica, representando cada uno un 42% del total exportado. Le siguen Lejano Oriente (9% del total), Norteamérica (5%) y Medio Oriente (3%). En el año 2023 envíos chilenos a Europa retomaron su ritmo conforme los costos de fletes se normalizaron, aumentando la exportación hacia Italia y España.

Entre los grupos varietales, el más enviado fue el de las peras verdes (46% del total exportado), seguidas por las peras rojas (29%) y peras con russet (25%). Los grupos que más redujeron sus envíos correspondieron de las peras russet, con exportaciones un 19% inferiores al año 2022. Por su parte, las variedades que reunieron el mayor volumen exportado fueron Forelle, Packham’s Triumph y Abate Fetel.

En lo que respecta a su principal mercado, Europa, se observó un descenso en la importación y oferta del hemisferio sur, destacando una menor presencia de Chile y Sudáfrica por los efectos climáticos y reducción en las hectáreas plantadas de ambos países. Por su parte, Argentina, buscó alternativas en destinos cercanos y más seguros, como lo es Brasil. La moderada demanda en Europa se suplió por el volumen de origen local, siendo la preferida de los consumidores dado sus bajos precios. La situación para la pera chilena en el viejo continente mejoró conforme fue avanzando la temporada y los inventarios de pera local se redujeron, dejando una ventana para la comercialización de fruta importada. Sin embargo, los consumidores, más bien cautos en su consumo, no fueron capaces de cubrir la oferta creciente. Solamente al acercarse el término de la campaña las ventas de peras chilenas adquirieron un ritmo más ágil y sostenido, por lo que, en general, no hubo muchas oportunidades para Chile durante la temporada 2023. Las principales variedades enviadas a Europa durante la campaña fueron Abate Fetel, Coscia y Forelle, casi todas con buenas ventas.

Este año, las peras enfrentarían un mejor panorama, debido a una mayor disponibilidad hídrica en Chile, y mejores condiciones en los mercados a nivel global, frente a la caída en superficie y producción de años anteriores. La productividad de los campos se vería afectada, tal como en otros frutales, por un invierno benigno, y en gran parte por los efectos de las lluvias en la floración durante la pasada primavera, provocando una mayor heterogeneidad de calibres, al menos para las variedades más tempranas, junto con la proliferación de patógenos como Venturia. La calidad también está en manos del manejo de los productores en sus huertos, ligado estrechamente al financiamiento que cada uno ha recibido.

En lo que respecta a los mercados, en Europa, según datos de WAPA, la producción de peras disminuiría en un 18,9% con respecto al año anterior, alcanzando aproximadamente 1,7 millones de toneladas para la temporada 2023/24. Esto se debe principalmente a problemas climáticos en uno de los principales proveedores de la zona, Italia, decayendo así la producción de la región. En lo que respecta a Estados Unidos, acorde a información del Departamento de Agricultura de los Estados Unidos (USDA), se espera una producción de alrededor de 583 mil toneladas, sin mayores cambios con respecto a la campaña previa, mientras que, las exportaciones se situarían un 10% por sobre la temporada anterior, alcanzando las 110 mil toneladas aproximadas. Esto, producto de un balance en lo que sería una mayor producción en ciertas zonas del país, compensando las pérdidas por el retraso en la floración y por una mayor proliferación de patógenos.

En Argentina, se esperan exportaciones cercanas a las 320 mil toneladas (+3%), debido a que no se han registrado mayores cambios en la superficie plantada y se encontrarían buenas condiciones climáticas; no obstante, los problemas macroeconómicos del país podrían disminuir su competitividad contra otros exportadores del hemisferio sur. Con respecto a Sudáfrica, las exportaciones de pera se acercarían a 280 mil toneladas, aumentando en un 8% con respecto a la temporada anterior debido al constante crecimiento en la superficie plantada, implicando una mayor producción. Sin embargo, los costos productivos elevados y alza en el transporte disminuirían la rentabilidad para los productores, generando incertidumbre entre ellos y limitando la inversión en esta industria. Por otra parte, se han encontrado oportunidades de crecimiento en el mercado chino, el cual ha tenido una buena recepción para la fruta de este origen durante temporadas pasadas, lo que propiciaría el aumento de las exportaciones al gigante asiático.

Por su parte, en Chile, las exportaciones continuarían disminuyendo (aunque levemente con respecto al año anterior), debido principalmente a la reducción en la superficie plantada y las dificultades climáticas que ha supuesto el fenómeno de El Niño en el territorio nacional. Acorde a Decofrut, se prevé un volumen cercano a 100 mil toneladas, disminuyendo un 3% con respecto al año pasado. Los envíos a Europa se levantarían con respecto a la campaña anterior acorde a una menor oferta y precios elevados.

KIWIS: DESAFÍO VARIETAL

El kiwi ha exhibido un aumento en la producción mundial durante los últimos años, obedeciendo a una demanda creciente por este producto, no obstante, el cambio climático y sus efectos han frenado este ascenso durante la campaña pasada. En Italia, pese a que el año 2023 obtuvo resultados positivos en las exportaciones, se hallaron dificultades climáticas y fitosanitarias que redujeron la productividad de los campos, siguiendo una tendencia negativa. Por su parte, Grecia ha aumentado de manera sostenida su producción anual, al igual que sus exportaciones, suponiendo una gran competencia para la industria del kiwi italiano.

En la misma campaña, el principal exportador fue Nueva Zelanda, sin embargo, tras experimentar diversos fenómenos como un invierno cálido, heladas, precipitaciones y ciclones, redujo su exportación de kiwis en un 10%.

En Chile, los últimos años se ha apreciado una disminución de la producción de kiwis, producto de la reducción en la superficie plantada con origen en problemas fitosanitarios y condiciones climáticas adversas. Sin embargo, se espera que los trabajos en renovación de huertos y avances tecnológicos vean la luz en los años venideros reactivando la producción. El 2023 fue un año de balance positivo, pese a las pérdidas en producción por efecto de factores climáticos y el Cancro bacteriano del kiwi (Psa). Los campos que se trabajaron obtuvieron buena calidad y condición en las cosechas, y junto con la anticipación del inicio de la campaña y la ventana dejada por la oferta local en Europa, permitieron obtener cotizaciones más altas. Las exportaciones de kiwi chileno alcanzaron alrededor de 126 mil toneladas, siendo Europa el principal receptor de la campaña, recibiendo 39% de lo exportado, seguido por Latinoamérica (26% del total) y Lejano Oriente (17%), Norteamérica (15%) y Medio Oriente (3%).

En cuanto a los grupos, los kiwis verdes siguen siendo los más exportados, con Hayward llevándose casi la totalidad del volumen enviado (98%), le siguen los kiwis amarillos, con un 2%. Estos últimos han exhibido un lento pero progresivo aumento de sus exportaciones durante los últimos años, demostrando así que existe un mayor interés por el consumo de estas variedades. Esto implica un desafío para la industria chilena en cuanto a los avances en la incorporación efectiva de estas variedades y así diversificar la oferta, además de mantener buenos parámetros de calidad en las variedades verdes.

En su principal mercado, Europa, la temporada del kiwi chileno comenzó lentamente, sin embargo, la temporada de comercialización de fruta local terminó a mediados de mayo, dando una ventaja en ese momento para el kiwi chileno y las escasas existencias de Nueva Zelanda. En general, se observó una limitada oferta de kiwis debido a la escasa producción por parte tanto del hemisferio norte como del hemisferio sur, lo que desencadenó precios altos a lo largo del año. Por otra parte, los buenos parámetros calidad fueron el principal atractivo para los consumidores, alcanzando un buen ritmo de ventas y cotizaciones altas en gran parte del 2023.

Los sucesos climáticos relacionados al fenómeno de El Niño ocurridos durante el año 2023 han ocasionado algunas pérdidas en los huertos de kiwi chileno, sin embargo, los trabajos para mejorar la producción de las hectáreas ha podido sacar adelante la producción. Por otra parte, se ha comentado que los problemas ocasionados por el atraso y las condiciones climáticas durante la floración y polinización podrían afectar negativamente la forma de la fruta y el calibre, este último atributo fue el más valorado en la última campaña.

Por su parte, Italia prevé una nueva caída en la producción para el presente año, a causa de la enfermedad conocida como moria, junto a fenómenos climáticos que afectaron la producción nacional. Grecia tampoco se ha librado de las inclemencias climáticas, ya que un invierno más cálido disminuyó la producción de kiwis entre un 20%-25%, estimando un término anticipado de la temporada. En Nueva Zelanda, si bien aún las proyecciones son inciertas, la tendencia es clara: aumento de kiwis amarillos y leve descenso en verdes. Sudáfrica ha mostrado nuevos avances en el desarrollo de la industria del kiwi, con una producción creciente en los cuarteles de kiwi amarillo, estimando una amplia ventana para la llegada de kiwis sudafricanos a Europa antes de que entre Nueva Zelanda. En tanto Chile, podría ver un descenso en los volúmenes respecto el año previo, dadas las condiciones climáticas reinantes durante el desarrollo del fruto.

Considerando la menor oferta de kiwis estimada para este año, se abren oportunidades para los distintos países productores y aquellos con producciones incipientes, pudiendo repetirse a nivel de comercialización lo ocurrido durante 2023, un término anticipado de la oferta del hemisferio norte y una oferta adecuada para la demanda existente, siendo la calidad un factor relevante en la toma de decisión del consumidor final.