Claves para entender un mercado en movimiento
REPORTAJE | ARÁNDANOS

Claves para entender un mercado en movimiento

Su gran mercado sigue siendo Estados Unidos, cuna del cultivo y lugar donde se desarrolló un negocio que terminó traspasando fronteras. Perú, su principal exportador, pisa fuerte con un crecimiento desatado que a no pocos inquieta. Chile en tanto, pionero y otrora líder de la región, ha debido ajustar su oferta y buscar nuevas alternativas como el congelado, mientras México se posiciona como un jugador cada vez más relevante. Conversamos con expertos y referentes de la vertiginosa industria del blueberry, que se mueve, crece y se transforma al ritmo de sus exportaciones. La clave, coinciden, está en las nuevas variedades.


Por Gabriel Gargurevich Pazos

Los medios de comunicación replicaron profusamente la noticia: Por cuarto año consecutivo Perú se posicionó como el principal exportador mundial de arándanos, con US$ 1.362 millones, superando a Estados Unidos, España, Canadá, Países Bajos y Marruecos. Carlos Gereda, presidente ejecutivo de Inka’s Berries -el hombre que según la BBC convirtió a Perú en “el mayor exportador de una fruta que apenas existía en el país”- conversó con Visión Frutícola y nos dio su opinión respecto a la industria peruana del blueberry. “Perú, este año, lejos de crecer el 10% que se anunció, va a decrecer un 10%”, lanza de entrada. “En la presente campaña (2023/24), esperábamos pasar de despachar 280 mil toneladas a 310 mil, más o menos; esto fue anunciado por Proarándanos. Pero, según las últimas estimaciones, luego de habernos reunido los empresarios y los gremios, habrá menos fruta que el año pasado; se calcula que será un 10% menos, lo que significaría terminar la campaña exportando 250 mil toneladas como país”.

“Este es un año para hacer números, ver quiénes pueden diferenciarse, seguir siendo jugadores y mejorar, y quiénes tienen que hacer un cambio de estrategia”. Carlos Gereda, presidente Inka’s Berries.

No obstante, Gereda agrega que lo anterior debería expresarse en una mejora en los precios, “al haberse preparado el mercado para absorber más fruta cuando en realidad habrá menos. Tenía que haber una corrección en volúmenes y en precios, y eso es lo que está sucediendo, por factores climáticos, básicamente, pocas horas frío y poca diferenciación entre algunas variedades”.

El ejecutivo subraya que es en estos momentos donde la genética juega un papel relevante, dado que, por ejemplo, hay variedades precoces, que no necesitan frío para diferenciarse y conseguir buena fruta; pero hay otras que sí se ven afectadas por este calentamiento. “Las nuevas genéticas son la clave para poder sostenerse hoy en el negocio”, sentencia Gereda.

Con un escenario donde la caída de los precios ha provocado que las agroexportadoras se muestren cautelosas hacia grandes inversiones, surge la interrogante de si el arándano es el cultivo que llevará el pandero de la agroindustria peruana en los próximos años. Carlos Gereda analiza la situación con mesura y proyecta un buen panorama futuro. “El año pasado varios cultivos cerraron con precios bajos. Y bueno, las grandes empresas han hecho números, y este año se muestran más cautas. Eso está bien porque este es un año justamente para hacer números, ver quiénes pueden diferenciarse, seguir siendo jugadores y mejorar, y quiénes tienen que hacer un cambio de estrategia. Pero, todo indica que este año van a haber mejores precios”.

Gereda agrega que todas las grandes empresas tienen sus políticas claras; y la política general para este año apunta a una desaceleración del crecimiento. “La verdad es que no se escucha de empresas creciendo este año”.

El presidente ejecutivo de Inka’s Berries afirma que los productores están esperando que concluya la campaña y se confirmen buenos resultados para retomar las inversiones en los siguientes años. “En ese aspecto, creo que toda la región está igual. Si pensamos en la industria del arándano en otros países, podemos decir que México sigue creciendo; Marruecos, también; España, algo; Chile va hacia atrás, más bien viene bajando su productividad; otros países nuevos se están sumando a la canasta, como Colombia; Ecuador se está moviendo algo; y recientemente entiendo que Brasil está empezando cada vez a tener más áreas, para el mercado interno y externo. Entonces, el tema está un poco agitado, está movido”.

Sin embargo, Gereda ve a Perú con estabilidad y consistencia. Será un año difícil en volúmenes, con buenos precios, “pero la calidad de Perú no debería cambiar”. Perú ya entró a la ventana de Chile y, según el empresario, ha empezado a desplazarlo. “Perú viene demostrando que tiene fruta de igual o mejor calidad que la chilena. Eso ha significado que Chile pase de 100 millones de kilos a menos de 80; este año se estima que Chile exporte 60 millones de kilos”.

¿Y qué hay de la irrupción de México? “En algún momento nos cruzamos. México tiene dos campañas: en una estamos totalmente dentro, y en la otra nos cruzamos en su inicio. La ventaja de México es que está al lado de Estados Unidos, el mercado está a tres días en camión; México está posicionándose cada vez más como un jugador relevante en el mundo de los arándanos. Tenemos poca interacción con ellos, pero sí competimos en algunos momentos del año. México se ha desarrollado más lento que Perú; Perú pudo hacerse de un prestigio rápidamente; México viene creciendo, pero a un ritmo más moderado”, sentencia.

CHILE: UN AJUSTE DE OFERTA

Chile fue pionero en el desarrollo del arándano en el hemisferio sur y ha sido un actor relevante del mercado mundial por más de veinte años. En tal sentido, el director ejecutivo del Comité de Arándanos de Chile de Asoex, Andrés Armstrong, subraya que la oferta chilena ha sido determinante en el aumento del consumo de este fruto en los mercados del hemisferio norte; inicialmente en Estados Unidos, pero luego, gracias al esfuerzo promocional impulsado por el Comité y sus empresas asociadas, también en Europa y Asia.

“Ya pasamos la etapa del crecimiento y ahora estamos en un proceso de consolidación, debido tanto a los desafíos y las limitaciones internas, como también al crecimiento de la oferta mundial, la cual inicialmente apuntó a los períodos entre el peak del hemisferio norte y el peak del hemisferio sur (básicamente el de Chile), pero que ahora se está extendiendo, y cada vez tenemos más oferta de otros países en el período peak de Chile”.

Armstrong agrega que las empresas chilenas también han sido pioneras en buscar suministros en otros países para complementar su oferta; primero, produjeron en Argentina, pero hoy están en muchos países, como Perú, por supuesto, pero además en México, Colombia, en algunos de Europa, Asia y también en Estados Unidos. “Hay una mirada global de muchas empresas que, junto con aquellas que operan solo localmente, mantienen a Chile como un actor importante en el mercado mundial, además de atender también el desarrollo del consumo interno y de la región”.

Pero, ¿cuáles son los principales desafíos que enfrenta hoy la industria del arándano en Chile? ¿Cómo se está adaptando a la nueva realidad, con Perú como potencia arrolladora? Para Armstrong los desafíos apuntan a “generar una oferta que pueda llegar a los mercados con una calidad consistente, y productividades y costos competitivos. Se requieren ambas cosas al mismo tiempo”, plantea.

Respecto al tema varietal, el desafío inicial para Chile ha sido ajustar la oferta al nuevo escenario competitivo, que en el corto plazo ha significado reducir los volúmenes de arándanos frescos exportados, eliminando aquellas variedades que en algún momento eran viables ya sea porque era posible enviarlas vía aérea o simplemente porque no existían otras alternativas en el mercado.

“Hemos debido ajustar nuestra oferta y buscar alternativas para esa producción, mayoritariamente en la industria del congelado y otros usos industriales, así como también en el mercado interno. Algunos han debido salir de la industria y buscar otras especies frutícolas como las cerezas”.

Armstrong agrega que, en paralelo, varias empresas han incursionado en el recambio varietal, el cual ha sido más lento para las variedades de mayor requerimiento de horas de frío, que son las que principalmente se utilizan en Chile. “El mix varietal ha mejorado en la oferta chilena no solo por dejar algunas variedades fuera, sino también porque se está plantando la nueva genética”.

El clima también ha sido un desafío y ha implicado buscar nuevas soluciones tecnológicas, así como variedades que se adapten mejor a las nuevas condiciones de temperatura. Por otra parte, a pesar de que Chile ha enfrentado una larga sequía, esta no ha afectado mayoritariamente las zonas donde se cultiva el arándano; el uso de tecnologías de irrigación que permiten un uso eficiente de este recurso, ha permitido mantener la producción de buena forma.

La escasez de mano de obra, un problema común en muchos países arandaneros, ha obligado a los productores a priorizar calidad sobre el volumen. Sobre este punto, Armstrong subraya que la nueva ley de inmigración temporal para trabajadores agrícolas es una herramienta interesante de cara al futuro. “Hoy contamos con trabajadores agrícolas que vienen de los países vecinos, pero buscamos que sea menos limitado”.

Tal como en otros países proveedores, lo concerniente a la logística fue una pesadilla en Chile durante la pandemia, y aquello generó muchas pérdidas para la industria. Pero fue también una oportunidad para trabajar en forma conjunta con otras especies y viabilizar servicios más rápidos, durante más semanas, al principal mercado de Chile: Estados Unidos. “En Europa los tránsitos volvieron a tiempos normales, y en Asia también se consolidan cargas de cerezas con tránsitos muy eficientes”, apunta el ejecutivo.

Consultado sobre el desarrollo que ha experimentado la producción de arándanos en Perú, Armstrong lo califica de “impresionante”, destacando la rapidez con que logró alcanzar grandes volúmenes. “Junto con otros países, también nuevos en su momento, como Marruecos, el sur de China, India, México y Sudáfrica, transformaron el escenario competitivo para los países más tradicionales como Estados Unidos, Canadá, Polonia y Chile. Para algunos esto significó trabajar con otros cultivos, pero el crecimiento de producción global significa hoy una oferta muy estable durante todo el año, lo que está ayudando a desarrollar el consumo”.

 

“La adopción de la nueva genética para nuestras condiciones climáticas, que propicia un sabor superior y alta productividad, sentará las bases del crecimiento futuro”. Andrés Armstrong, presidente Comité de Arándanos de Chile.

Sin embargo, hoy en Perú se temen los efectos de un crecimiento desordenado, que podría terminar afectando aún más los precios. En relación a este análisis, Armstrong sostiene que “en una economía de libre mercado lo que hay son empresas compitiendo, intentando ser mejores que los demás para lograr la preferencia de los consumidores y posicionarse en el mercado. Obviamente cuando los crecimientos agregados son muy grandes, como es el caso actual en Perú, hay un efecto en los precios y es necesario empezar a invertir en desarrollar consumo. Es lo que hicimos desde Chile cuando estuvimos en esa etapa”.

Para Armstrong, es evidente que hoy los productores en Chile, más que crecer, buscan renovar cultivos y generar las condiciones adecuadas de producción, cosecha y logística para llegar bien a los mercados; y que se les pague bien por su fruta, por supuesto. El especialista es categórico al afirmar que “la adopción de la nueva genética para nuestras condiciones climáticas, que propicia un sabor superior y alta productividad, sentará las bases del crecimiento futuro”.

En materia de mercados, no cabe duda que la sólida relación con Estados Unidos ha sido uno de los pilares de la exportación chilena de blueberries. Al respecto, el director ejecutivo del Comité de Arándanos destaca la ventaja que ofrece el tratado de libre comercio que entró en vigor en enero de 2004 y que le ha permitido a Chile aumentar progresivamente el intercambio comercial con la potencia del norte. “En los temas fitosanitarios hay una estrecha colaboración para buscar soluciones que faciliten el comercio y al mismo tiempo garanticen la seguridad de ambos países. A nivel de arándanos, venimos colaborando con el US Highbush Blueberry Council desde hace más de diez años, participando en comités de trabajo, y también aportando fondos promocionales adicionales para aumentar el consumo en Estados Unidos”, detalla. “La oferta de Chile es totalmente complementaria a la producción norteamericana, y ha sido fundamental para el desarrollo del consumo y el crecimiento de las ventas también de los productores locales. Estados Unidos sigue siendo nuestro principal mercado, sin embargo, cada vez toman mayor relevancia Europa y también Asia”.

Por último, Andrés Armstrong proyecta la evolución que experimentará la dinámica entre Chile y sus competidores regionales. “Normalmente, dentro de las posibilidades, las producciones buscan los espacios con menor oferta semanal y por lo mismo, mejores precios. Y eso es lo que ha pasado no solo con México, también con Perú, donde la oferta ha sido mayoritariamente complementaria a la de Chile. Ahora, en la medida que la oferta en esos espacios crece y los precios se van estabilizando entre semanas, habrá cada vez más competencia. Para eso nos estamos preparando”.

EL MUNDO DEMANDA SUSTENTABLE

Isabel Quiroz es directora ejecutiva de iQonsulting, consultora de renombre internacional que, entre otras acciones, ha desarrollado un importante trabajo de análisis estratégico para el mercado mundial del arándano. Basada en su extensa labor investigativa, la especialista plantea que hoy, todos los países proveedores, sin excepción, enfrentan importantes desafíos, tanto comunes como específicos derivados de sus propias variables y condiciones.

“Las personas quieren saber cómo se produce lo que han comprado; actualmente la información del producto es clave para atraer la compra”. Isabel Quiroz, directora iQonsulting.

“Entre los desafíos comunes está la permanente exigencia de mejor calidad: fruta grande, atractiva y con atributos diferenciadores que los amantes de los arándanos privilegian; esto implica que los productores y exportadores emprendan una búsqueda, un testeo y un cambio varietal cada vez más frecuente”, afirma.

Otro desafío común se relaciona con la creciente preocupación de los consumidores por el cuidado del medioambiente y los trabajadores, plantea Quiroz. La versión orgánica de la oferta cumple en parte con esta exigencia, apunta. Sin embargo ha comenzado a crecer con fuerza la demanda por fruta certificada como “sustentable”.

“Las personas quieren saber cómo se produce lo que han comprado; actualmente la información del producto es clave para atraer la compra. Incluso se consideran los materiales que se usan en el embalaje, su reciclabilidad y amabilidad con el medioambiente; hoy, en el embalaje de arándanos están ganando terreno los materiales compostables”.

Pero los desafíos son múltiples, y cada país tiene su cuaderno de tareas. En el caso de Perú, por ejemplo, Isabel menciona el fuerte incremento de la oferta, algo que, según sus palabras, “desafía a la industria a desarrollar mercado y aumentar el consumo en los ya establecidos, especialmente en el período de máximos volúmenes, con el fin de sostener los precios”.

Respecto a México, Quiroz sostiene que “su dependencia de Estados Unidos” le plantea un riesgo que debe resolver con la apertura y profundización de otros mercados. Chile, por su parte, enfrentaría la dificultad de la obsolescencia de variedades antiguas y la lentitud en el recambio, “debiendo ajustar la oferta a una que realmente logre nuevos estándares de calidad; y eso se manifiesta como un retroceso en los volúmenes”.

Con la actual “correlación de fuerzas”, cabe preguntarse si Perú, Chile y México pueden convivir bajo un esquema de complementariedad, o la competencia por los mercados de destino se torna inevitable. La directora ejecutiva de iQonsulting responde: “Efectivamente, se complementan; de hecho, ahora con el crecimiento de Perú y México, cada oferta se ha ido especializando en un período. Es verdad que Perú tiene la capacidad de abastecer todo el año, pero en ciertos períodos no puede completar el volumen de demanda, y ahí entra Chile, y luego México”.

El crecimiento en superficie, explica Isabel, dependerá de si Perú logra o no estimular el consumo en su período de máxima oferta. “Por ahora pareciera que es mejor trabajar en marketing y promoción para aumentar el consumo per cápita que pueda absorber los grandes volúmenes y los que aún quedan por venir de las hectáreas en formación”. De cualquier manera, “el crecimiento desordenado siempre llega a un punto de afectación de los precios; sucede en Perú y sucedió en Chile. Los otros proveedores crecen de forma más ordenada”, señala Quiroz.

En cuanto a Chile, la experta señala que el recambio varietal ha sido lento, fundamentalmente porque los productores están esperando más señales del mercado para tomar la decisión. “Mientras tanto, Chile cuenta con un gran mercado del arándano congelado, que absorbe parte de la fruta que no se exporta (poco más de 50.000 toneladas); a diferencia de Perú, que tiene un mercado en congelado más limitado y mejores expectativas en fresco, situación que lo ha impulsado a agilizar el recambio varietal”.

Finalmente, Isabel Quiroz subraya que Estados Unidos seguirá siendo un mercado importante, y que, ante incrementos violentos como los que experimenta Perú actualmente, es el único destino capaz de absorber esos grandes volúmenes de fruta. “Por ello a Perú le resulta difícil la diversificación; no es que no quiera aumentar la colocación en otros mercados ni que no la trabaje, pero cambiar de un año para otro los niveles de consumo en otros mercados que no sea el estadounidense es algo lento, no se da de una temporada a otra”.