Contexto y perspectivas de manzanas y kiwis: interrogantes para el 2023
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Contexto y perspectivas de manzanas y kiwis: interrogantes para el 2023

A nivel mundial, las manzanas se han situado como una de las frutas predilectas en las dietas de las familias, sobresaliendo por sus cualidades nutritivas y saludables, además de su facilidad en las formas de preparación y de almacenaje. Esto la posiciona como una de las principales especies frutícolas, tanto en el consumo como en la producción de diferentes países. Por su parte, el kiwi también se ha mantenido como una fruta que goza de una gran popularidad, que se acrecentó durante la pandemia del Covid-19, destacándose por poseer un alto aporte de vitamina C y un sabor distintivo, valorizado a nivel mundial, aunque por debajo de la producción y consumo de manzanas.


Por Kori Luengo y América Ramírez | Information Department Decofrut

En los últimos dos años, como consecuencia de la pandemia, se han registrado diversos desafíos logísticos; el aumento en los costos de producción, las demoras en los tiempos de viaje, la menor disponibilidad de contenedores, los atrasos en la carga y descarga en los puertos de destino, son algunos de los que se podrían mencionar, afectando la disponibilidad y la comercialización de fruta fresca en los mercados, así como el retorno a los productores. Además de lo anterior, en el transcurso del 2022, con el mundo intentando recuperarse de los efectos que dejó la pandemia, se desencadenó el conflicto bélico entre Rusia y Ucrania, el cual aún continúa gatillando el alza en los costos energéticos y de almacenaje, afectando el crecimiento económico y acentuando la inflación, sobre todo en Europa.

Complementando lo anterior, en el transcurso del mismo año, además se vio una alta volatilidad en el tipo de cambio, principalmente en el euro y la libra esterlina, llegando a cotizar el primero por debajo del dólar y la segunda divisa a niveles similares al dólar, con lo cual el viejo continente pasó a ser un mercado marcado por la incertidumbre de 2022.

A nivel global, la mayor parte del consumo de manzanas y kiwis se concentra en Europa y Asia, además de Estados Unidos, con Latinoamérica tomando relevancia en los últimos años. En el caso de los países productores, la situación es similar, aunque se destacan algunos orígenes del hemisferio sur, como Nueva Zelanda, Chile y Sudáfrica. Por su parte, cabe mencionar que China es el principal productor de manzanas y kiwis a nivel mundial, pero así mismo el principal consumidor, destinando la mayor parte de su producción al mercado interno.

MANZANAS: SITUACIÓN DE LA TEMPORADA CHILENA 2022

Las exportaciones de manzanas chilenas se han mantenido con una tendencia a la baja en las últimas temporadas, en parte por las menores rentabilidades en los principales mercados de destino, así como por recambios varietales y/o de especie de algunas zonas productivas, entre otras complicaciones relacionadas a la cosecha. Del mismo modo, los envíos de Chile durante 2022 continuaron con esta tónica, visualizando una disminución de un 6% en el volumen total, en comparación del año anterior, alcanzando cerca de 602 mil toneladas. Parte de esta disminución se debió a algunas limitantes en el país, como la escasa disponibilidad de agua, que afectó los calibres, además de la falta de mano de obra durante algunas labores de precosecha.

En cuanto a las variedades, gran porcentaje de las manzanas correspondió al grupo bicolor (76%), siendo Gala y clones las preferidas (60% del total del grupo), seguido por Cripps Pink / Rosy Glow (22%) y Fuji (10%), entre otras. Considerando al grupo de manzanas verdes, estas sólo representaron un 13% de las exportaciones, mientras que las variedades rojas anotaron un 10% de participación.

Respecto a los destinos del 2022, el principal mercado chileno fue Latinoamérica, con un 53% de los envíos (39% en 2021), seguido por Europa y Lejano Oriente, con 19% (desde un 27%) y 13% del total (un 17% el 2021), respectivamente, mientras que a Norteamérica se envió el 10% de los volúmenes (desde un 11% previo). Las exportaciones chilenas se vieron afectadas hacia Europa en parte por el conflicto bélico a inicio del año 2022, lo que generó incertidumbre, y en donde proveedores tradicionales, como Sudáfrica, vieron cómo se acumulaban los inventarios junto a la manzana local, además de las complicaciones económicas que afectaron negativamente a la demanda y, por otro lado, al tipo de cambio. Se debe mencionar que el único destino de la temporada que presentó una variación positiva en las exportaciones fue Latinoamérica, alzándose un 29% en comparación en 2021. Detallando por país, Colombia (14% del total) y Brasil (11%) fueron los principales importadores de la fruta chilena, con los Países Bajos (9%), Estados Unidos (8%) y Ecuador (8%) también como importantes destinos. En especial, se destaca el caso de Brasil, país donde los envíos aumentaron en un 413%, con Royal Gala y Richared Delicious como las variedades más demandadas, en el caso específico de las Galas brasileras, la sequía en la zona productiva en la etapa de floración y formación del fruto abrió una ventana de comercialización para la fruta chilena.

Considerando la campaña (2022), el mercado europeo estuvo dominado inicialmente por oferta local, que registró una mayor disponibilidad en los volúmenes, principalmente desde Italia, Polonia y España, en parte por la guerra entre Rusia y Ucrania, que generó incertidumbre y atrasos en las cadenas logísticas y puertos en Europa. La mayor cantidad de inventarios provocó que Chile tuviera un lento inicio, mientras esperaba un mercado más despejado. A medida que transcurrió la campaña, la situación mantuvo un movimiento relativamente lento, presionando las cotizaciones y complicándose aún más en cuanto arribaron los lotes del hemisferio sur. La suma de estos factores incentivó que tanto productores locales de Europa como exportadores chilenos, decidieran reubicar sus volúmenes hacia otros mercados. A su vez, mientras esto ocurría en Europa, Brasil presentaba una menor oferta local, apareciendo como una oportunidad para los exportadores de Chile.

 

ANTECEDENTES DE LA TEMPORADA Y PERSPECTIVA PARA EL 2023

Para la nueva temporada 2023, en relación al hemisferio norte, se podría registrar un escenario similar al año previo, con mercados con una lenta comercialización, principalmente por factores macroeconómicos, además de una posible sobreoferta local en los principales países de destino de la fruta chilena. Es de esperar que algunos productores y exportadores repitan el actuar del año pasado, buscando otros mercados de destino para la fruta y/o destinando parte de la producción hacia otros propósitos, como el agroindustrial.

En detalle, para el hemisferio norte, considerando a Europa, la Asociación Mundial de Manzanas y Peras (WAPA) estimó que la producción para 2022/23 se mantendría similar a la temporada previa, visualizando complicaciones para los productores por escasez de mano de obra y por un aumento en los costos de electricidad y almacenaje. Cabe recordar que en el viejo continente también se registró una caída en la demanda de manzanas, en parte ocasionada por las condiciones económicas actuales. Respecto a Estados Unidos, con información del Departamento de Agricultura de la nación (USDA), se proyectó una ligera alza del 4% para 2022/23, respecto a la producción de la campaña anterior, impulsado por una buena cosecha en algunas zonas productivas. La Entidad también señala que aumentarían las importaciones del país, en particular, debido a los mayores envíos proyectados de Nueva Zelanda. Por otra parte, en China, según el USDA, la producción disminuirían en un 11% en 2022/23, ya que se registraron altas temperaturas durante la floración en las principales zonas productivas del país, lo que afectaría los volúmenes de la oferta local.

Por su parte, el WAPA señala que los inventarios de manzanas de Europa, a enero de 2023, se contrajeron un 6% respecto a igual fecha del año anterior. A su vez, la Asociación también señala que los inventarios en Estados Unidos serían 4,1% menores, en comparación de lo registrado el año pasado.

Por otro lado, Brasil estima una caída en su producción para la temporada 2022/2023, debido a que la etapa de floración de manzanas se vio afectada por lluvias, heladas y, en algunos casos, nieve. También se pronostica que se visualicen complicaciones con la disponibilidad hídrica, con sequías, que mantendrían una producción local limitada y con fruta de menor tamaño.

En cuanto a los principales competidores del hemisferio sur, para Nueva Zelanda el USDA proyecta que en 2023 el país exporte un 13% más respecto al año anterior. A pesar de que las hectáreas productivas se han mantenido relativamente similares en los últimos años, los productores se han concentrado en el recambio varietal, reemplazando las variedades antiguas por otras de mayor rentabilidad, así como por variedades que ofrezcan ventajas para la cosecha. En cuanto a Sudáfrica, otro importante proveedor de manzanas, el USDA indica que los envíos de 2023 presentarían una baja del 10% respecto a 2022, por un ajuste en la producción, y, en comparación a los envíos de campañas anteriores, donde sus principales destinos eran Rusia y Reino Unido, se exportarían mayores lotes hacia mercados cercanos, como África o Asia. Cabe considerar que el aumento en los costos de los insumos y de logística de las últimas campañas afectaría la competitividad y la rentabilidad de la producción sudafricana, empeorando el panorama para las exportaciones.

En relación a Chile, se proyecta que los envíos para 2023 se mantengan relativamente similares a campañas pasadas, siendo impulsados por la alternancia productiva de la especie y por la mayor disponibilidad hídrica. Sin embargo, las complicaciones logísticas y económicas que afectan a todos los mercados a nivel global, podrían generar menores rentabilidades para los productores nacionales. En relación con las cosechas, existirían algunos problemas con la disponibilidad de mano de obra, esperando que estos se disipen a medida que avanzan las labores, además de ciertas complicaciones con la coloración, debido a las altas temperaturas (y baja oscilación térmica) registradas durante diciembre y enero, siendo las variedades del grupo Gala las más afectadas.

Cabe considerar que existen oportunidades para las manzanas chilenas, debido a que se presentan menores inventarios en Europa y potencialmente menor producción en Brasil, en comparación del año anterior. Sin embargo, gran parte de las decisiones dependerán de los precios y retornos que se registren entre enero y febrero en los principales mercados de destino.

Por último, se debe destacar la importancia de Latinoamérica que, si bien se ha caracterizado por ser un mercado secundario para las exportaciones chilenas, donde se envía fruta que, en general, no alcanza los estándares de calidad de los mercados europeos, este ha estado tomando relevancia durante las últimas campañas.

KIWIS; ANTECEDENTES DE LA TEMPORADA DE KIWIS

Con la temporada del hemisferio norte en curso, ya se puede vislumbrar algo del panorama que dominará durante en 2023, con Italia incrementando su producción tras dos años de problemas climáticos, y Grecia que continua aumentando la superficie productiva junto con sus exportaciones, convirtiéndose en unos de los principales actores de la oferta europea, pero que a diferencia del primero aún mantiene costos inferiores, lo cual le ha dado la posibilidad de entrar a los mercados con mejores precios, e incluso abastecer el mercado italiano.

Acorde al Centro Servizi Ortofrutticoli (CSO), la producción comercializable durante la temporada 2022/23 de kiwi italiano alcanzó las 241.567 toneladas, incrementando el volumen un 9% respecto la temporada previa, recuperándose de las condiciones climáticas poco favorables de los años previos. Sin embargo, la cifra aún se encontraría por debajo de los registros pre-pandemia para el país (-32% respecto el 2018/19). El consumo en tanto, pese al alza de la producción y el ingreso de kiwis griegos al mercado, se ha visto ralentizado en una tasa inferior, con inventarios que a la quincena de enero se registran solo un 2% por sobre la campaña previa, a igual fecha.

Respecto a Nueva Zelanda, Zespri estima que los volúmenes nacionales para 2023 disminuirán entre un 10-15%, considerando tanto kiwi de pulpa amarilla como de pulpa verde, debido a las heladas que afectaron algunas zonas productivas a inicios de octubre de 2022. Cabe recordar que, acorde a Statistics New Zealand, la reciente campaña de Nueva Zelanda estaría registrando volúmenes inferiores a la temporada anterior, alcanzando hasta noviembre 596,8 mil toneladas exportadas, disminuyendo un 8% respecto al año anterior, situación sustentada en la baja que presentan los kiwis de pulpa verde, registrando un déficit de un 22% respecto a 2021, mientras que a noviembre las exportaciones de kiwis de pulpa amarillas han sido 3% superior a los volúmenes de la campaña pasada. Del total, 62% correspondió a kiwi de variedades amarillas y un 38% a los de pulpa verde. La campaña 2022 para Nueva Zelanda, estuvo fuertemente marcada por las restricciones a causa del Covid-19 en China principalmente, país que es su mayor importador, y por el déficit mano de obra, situaciones que en la actualidad ya se encontrarían regularizadas.

KIWIS CHILENOS Y PROYECCIONES PARA LA CAMPAÑA 2023

En 2022, los envíos chilenos alcanzaron poco más de 134 mil toneladas, disminuyendo un 10% respecto a la campaña anterior. Los menores calibres registrados, como consecuencia de un verano cálido y estresante, así como la escasez hídrica fueron los causantes de la caída. Por otro lado, la extensión de la temporada local de kiwi en el hemisferio norte, hasta inicio de junio, sumado a las complicaciones logísticas y económicas, provocaron que al inicio de la temporada chilena, producto de la incertidumbre reinante principalmente en el viejo continente, se redistribuyera hacia mercados más cercanos y/o con mayor facilidad en el transporte, como Latinoamérica, lo cual significó un incremento del 9% en las exportaciones, siendo el único mercado que registró un balance positivo respecto a 2021.

Para la nueva campaña chilena, se estima que los volúmenes ronden las 140 mil toneladas, aumentando un 4% respecto la campaña anterior, producto de mejores condiciones productivas e hídricas que irían en correlación a una mejor curva de calibres. Sin embargo, la industria se muestra preocupada por el cómo serán las próximas temporadas, con ventanas de comercialización cada vez más acotadas y tardías, por lo que el desafío es asegurar fruta con un buen potencial de almacenaje, la cual permita sortear las demoras en el transporte, el costo y la extensión de la oferta en el hemisferio norte, además de asegurar un buen retorno a productor.